26 ene 2012

¿Habrá solución posible...?

Entre una pequeña dolencia originada por un golpe en la espalda (por suerte ya superada) y el contraste de unas -creo que inoportunas- imágenes ofrecidas por televisión, todo ello ha hecho que pasemos en casa unas navidades algo mas deslucidas de lo habitual. No es que seamos una familia acostumbrada a celebrar las fiestas a base de excesos sin límite, ni siquiera cuando no hay motivos para estar tristes. Se trata de que nuestra familia no está hecha para juergas y no sabríamos disfrutar las fiestas como lo hacen otras. Nosotros acostumbramos a reunirnos: padres , hijos y nietos, generalmente en nuestra casa, la abuela acomoda el menú de cada día al gusto de la mayoría y dentro de nuestras posibilidades (con los extras añadidos que podamos permitirnos) ya que somos todos muy de las tradiciones y nos parece lo correcto. Cumplimos rigurosamente con los ritos que se corresponden con la fiesta a celebrar, reivindicando en cada caso que actos así se repitan cuantas mas veces mejor.
Pero hay la otra parte por la que llamo a la Navidad "deslucida" que me cuesta lo mío creer que tenga solución, si Dios (todo poderoso) no lo remedia. Se trata de las impactantes imágenes que nos ofreció la televisión, recién acabada la Navidad, donde centenares de millones de toneladas de comida sobrante se tiraban a la basura todos los días en los países desarrollados tanto dentro como fuera de Europa, en contraste con otras unos días mas tarde, no menos impactantes, éstas desoladoras, en las que se veían pueblos enteros donde sus gentes no tenían nada que llevarse a la boca y por tanto millones de niños y mayores con cuerpos desnudos y esqueléticos, también mueren de hambre todos los días. Querer describir con detalle las vergonzosas imágenes en ambos casos, encima de ser una actitud sangrante, e inhumana e imoral, me parece innecesario, ya que por el medio que se ofrecieron es de suponer que no hayan pasado desapercibidas para millones de personas bien-nacidas a las que se les habrá encogido el corazón al verlas.
Sin embargo, los profesionales de la información (salvo algunas excepciones) nos "bombardean" día sí y otro también con las presuntas golferías de políticos, empresarios, banqueros, etc. unos desde una orilla denunciando el constante "choriceo" y otros desde la otra insinuando imposibles soluciones. Con la intención de que nos enteremos bien de quién es el que la hace mas gorda y si habrá un siguiente que añadir a esa clase de competición. Hoy, por ejemplo, los titulares que se llevan la palma por llamativos son los referidos a las presuntas golfadas de un Duque, al escamoteo de la corrupción Gurteliana, a los ERE que ERE... etc.
Otros medios, a los que les importa un bledo la buena educación de la gente, agrupan lo peor de cada casa en los platós para que a cambio de unas monedas expliquen sin miramiento alguno sus miserias, propias y ajenas con la mejor intención -dicen ellos- de divertir a la audiencia.
En cambio, ni unos ni otros dicen nada o muy poco acerca de si sería posible (entre todos) erradicar el deshonroso despilfarro de unos pueblos y ver si se puede acabar con la descomunal hambruna de otros. ¿Se está haciendo algo para solucionarlo?.
Me temo lo peor.
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