20 abr 2013

La vida es lucha contra la adversidad



Siempre que en la España rural, donde el cultivo y producción de productos agrarios es la principal fuente de riqueza y poco menos que único medio de vida para miles de familias campesinas, no llueve todo o que debería de llover, las gentes dedicadas a la producción de frutas, hortalizas, cereales, vinos, aceites, etc. se angustian al observar que las labores realizadas durante largas temporadas con tanto esfuerzo y esmero acaban sirviendo para poco.  Con el agravante añadido de que la falta de agua propicia el aumento de incendios forestales - fortuitos o intencionados - que verano tras verano arrasan lo que va quedando de nuestros ya mermados bosques.  Tampoco el ganado encuentra pastos frescos para alimentarse y sus dueños, a sabiendas de que es antieconómico, se ven obligados a recurrir a la utilización de piensos compuestos.

En cambio este año, en esa misma España reseca y rústica, son las lluvias torrenciales y el desbordamiento de ríos y acequias lo que está ocasionando daños irreparables en muchos casos.  Extensas explotaciones agrícolas que gracias a los modernos métodos de cultivo que se están aplicando,  al uso de la maquinaria y tecnología actual, hacen que se multiplique la producción y nutra de alimentos gran parte de la despensa de Europa, este año - insisto - se notará..  Y si antes digo "daños irreparables" es porque muchas de esas tierras cultivadas han estado demasiado tiempo bajo las aguas y lo han perdido todo.

De ahí que las humildes gentes que trabajan y del campo tengan el corazón en un puño, como suele decirse.  Y si a tanta adversidad por los excesos atmosféricos unimos la decadencia integral por la ruina que la crisis está originando a todos los niveles, esa pobre gente ve que la pobreza mas absoluta incluidas miseria y hambre está siendo una amenazante realidad.

Sí, ya se que habrá quien diga que el perjuicio económico que hayan originado las torrenciales lluvias, las granizadas, los vientos huracanados etc. poco tiene que ver con la crisis económica y de valores morales que padecemos medio mundo por culpa de los "mangantes" que se supone la han generado.

Sin embargo, los perversos efectos de ambas situaciones sí están relacionados. La diferencia es que el perjuicio que ocasionan los excesos climatológicos se deben a fenómenos atmosféricos, en parte, suelen compensarse con los beneficios que aportan esas lluvias a otras plantaciones mas resistentes.

En cambio, la crisis económica que sufrimos casi todos es la resultante del pillaje, la estafa desmedida, el latrocinio y la oportunidad de individuos sin escrúpulos con nombre y apellidos.

El consuelo de los débiles, de las víctimas que lo han perdido todo o casi todo en estos últimos años de crisis radica en que a toda esa gente malvada, sin vergüenza, que se esté aprovechando de bienes ajenos y de la buena voluntad de la población honesta, de nada le servirá ser dueños de las riquezas del planeta y confesarse, porque no podrán disfrutarlas en la medida que desearían y creen merecer.

Pues la miseria y el hambre de muchas familias necesitadas, en contraste con la abundancia  y el lujo de unos pocos privilegiados, adictos de la avaricia desmedida y la ruindad de conciencia, sin el arbitraje de alguien con poder de convicción y fuerza, podríamos ver pronto a nuestro país en una situación tan conflictiva que por su dimensión haría imposible la convivencia ciudadana.

Pues una vez declarada la rebelión masiva de los ciudadanos descontentos, el odio sembrado entre unos y otros no puede producir nada bueno.  Con lo cual, lamentarse después de haber colaborado en este infierno serviría para poco.  Y como todos sabemos que sobran, me niego a poner ejemplos.


















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14 abr 2013

Restaurante "La Ponzoña" (Menú del día)




(Repaso titulares referidos a la corrupción, en periódicos de un solo día, y ello me sugiere la confección de éste "menú" por si alguien lo digiere)




ENTRANTES


Ensalada vergonzosa, con imputaciones de cargos políticos, por corruptos, en distintas CCAA. 

Sopa muy fría, de "señorias"incompetentes con escaño propio.

Revoltillo de uñas y picos de ave de rapiña, con vísceras de roedor despistado.


PRIMEROS


Guisado de recortes brutales en los servicios públicos, hervido con vinagre y unas gotas de mala leche y muchas lágrimas de familias desahuciadas.

Potaje de garbanzos negros con peineta y mantilla negra, cerrando urgencias nocturnas porque tenerlas abiertas es un auténtico despilfarro. 

Estofado de hiel de buitre encorbatado, alimentado con los ahorrillos de jubilados y pensionistas timados con el cuento de las "preferentes".


SEGUNDOS


Codillos de hiena usurera al horno, con guarnición a elegir, y regada con salsa de sangre de sanguijuela. 

Pirañas vivas hechas a la plancha y servidas con escamas de cocodrilo hambriento, camuflado en el fango.

Angulas del norte al ajillo, con lenguas de víbora hispana y mucho picante. 


POSTRES


Crema de plasma de cuervo negro e independentista.

Pastel de siglas de partidos políticos y sindicatos inoperantes.

Sorbete de sudor frío, con unas gotas de copago farmacéutico.


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Bebidas: café, carajillo y diversos licores, al gusto.


(El precio se fijará en Bruselas)



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4 abr 2013

LUGAR DE NACIMIENTO




Reconozco que siempre fui muy de mi tierra.  Que nunca dejé de presumir de mis orígenes rurales y que jamás movi un dedo para disimularlo. Además, como "Ancha es Castilla", me encanta puntualizar que soy nacido y criado en Tomelloso. ¡Qué le voy a hacer!.  Y digo más, al contrario que Miguel de Cervantes cuando comienza El Quijote diciendo: "En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme", precisamente en ese mismo lugar me parió mi madre hace ya un montón de años, y mientras me quede una sola brizna de aliento nunca dejaré de tenerlo presente.

De ahí que cuando se me pregunta a ese respecto respondo que soy manchego, tomellosero de nacimiento y a mucha honra, insisto. Y si es el caso añado: avecindado en Barcelona desde antes de cumplir los treinta años y también me siento muy feliz por haber elegido este lugar de España, Cataluña, para replantar mis raíces.  Que tal como me he ido adaptando al clima costero-mediterráneo e integrado en esta cultura, habrían de pasarme cosas muy gordas para no consumir aquí el resto de mi existencia.

La niñez, la adolescencia y la primera juventud (hablo de mi generación) transcurrió en tiempos muy conflctivos entre las clases populares y las élites capitalistas y caciquiles.  Fueron años de preguerra, guerra y postguerra de consecuencias devastadoras y sangrantes, que precisaron de la reconstrucción de pueblos enteros y la reestructuración de una sociedad dividida.  También mucho esfuerzo de cara a la formación de jóvenes, la mayoría sin escolarizar, obligados (yo digo condenados) a agudizar el ingenio y aprender por sí mismos a realizar todo tipo de tareas agrícolas e intentar sobrevivir a la rusticidad del lugar.  Nuestro gran compromiso era el de que nuestros descendientes recibieran la educación o formación necesaria para que lo tuviesen algo mas fácil de lo que nosotros lo tuvimos.

No obstante, lo que nunca pudimos imaginar es que transcurrido mas de una década del siglo XXI, las generaciones mejor preparadas de nuestra historia - o eso es lo que se dice - tengan que buscarse la vida en otros países por carecer de oportunidades en el nuestro.  Lo que demuestra que a muchos de éstos jóvenes valores, los estudios universitarios incluso títulos en diversas disciplinas, aquí, en su propio país, les esté sirviendo para poco.

Tampoco se trata de señalar culpables, pero permítaseme creer que habitamos un país desaprovechado por nuestros predecesores y así seguimos.  Pues el lujo de tener una climatología tan variada como la nuestra, el atractivo turístico de tan hermosas costas como las que tenemos, la rica y variada gastronomía de cada lugar, el carácter alegre y hospitalario de la gente, etc. . . son cualidades enriquecedoras y únicas del pueblo español, a las que no se les saca toda su utilidad.

Con tanta riqueza, sin embargo, el error de aplicar políticas antisociales, la galopante especulación y la estafa, así como la sarta de corruptelas, todo ello ejercido desde el poder, si nada ni nadie lo remedia, acabaremos todos avergonzados de ser españoles.

Claro, que siempre nos quedaría el consuelo de los toros y olé.
















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