Confieso que mi afición al futbol no pasa de ser moderada, igual que al tenis, al ciclismo y al baloncesto. Pero el futbol, que es deporte de mis preferencias, lo veo en televisión y en casa como si lo estudiara para aprenderlo y practicarlo, cosa impensable a mi edad.
Ya no me acuerdo muy bién cómo se jugaba al futbol cuando era, todavía, jóven, pero asistía a los partidos para ver jugar dos equipos y desear que ganara el de mis preferencias, que siempre era el más débil, jugase como jugase.
Este año no, ahora sigo los partidos en que juega el FC Barcelona por verle jugar a él y porque creo que hace un futbol de ingeniería (contra el gijón lo bordaron) reconocido por todos los críticos incluso por sus adversarios asturianos. Si son los mismos jugadores de estos últimos años cabría preguntarse por cómo se ha producido ese cámbio tan radical respecto a la actitud del equipo, ¿no será que Guardiola les diese su mano para que, siendo buenos futbolistas, les concienciara de que lo harían mucho mejor trabajando en equipo?. Si no es así, no se entendería que esta temporada, en cada partido, sean once judarores los destacado y no solo obtegan tan buenos resultados los distinguidos como "figuras".