8 jun 2009
ELECCIONES EUROPEAS
Después de conocer los resultados de estas elecciones al Parlamento europeo (7-J) deduzco que lo de que "ya semos europeos", que diría Forges, sigue siendo el sueño de unos cuantos progresistas, a los que me sumo. Estoy tan convencido de que el régimen menos malo es el democrático, que nunca he dejado de ir a votar por lo que significa el voto de cada uno de los ciudadanos en un Estado de derecho, como es -o parece que es- el Estado español, tral el final de la dictadura.
Siempre que hay elecciones, cuando estoy en el colegio electoral, donde me corresponde votar, me ilusiona ver (yo también sueño) que mis convecinos de distrito acuden masivamente a ejercer ese sagrado derecho, sin que me preocupe demasiado al partido político que cada cual vaya a votar. Tengo muy buenos amigos con inclinaciones políticas diversas y no por ello dejamos de celebrar juntos, sobre todo en lo personal, los mejores y los peores momentos. Hablamos de política lo justo, pero, cuando lo hacemos, sin negar nuestros ideales, acabamos admitiendo que la diversidad de pensamiento es para todos sumamente enriquecedora.
Hoy, cuando nos encontremos, seguro que haremos bromas con el análisis que están haciendo los líderes de cada partido (nadie ha perdido) y solo expresaremos nuestro disgusto por el alto porcentaje de abstención que se ha producido. No se entiende que un pais como es España, tan subvencionado con fondos estructurales europeos, haya evidenciado su escaso interés por fortalecer su presencia en Bruselas.
¿Será verdad que España, con ¡treinta años de democracia! aún sigue recibiendo lo que merece?. De otra forma no lo entenderia.
Siempre que hay elecciones, cuando estoy en el colegio electoral, donde me corresponde votar, me ilusiona ver (yo también sueño) que mis convecinos de distrito acuden masivamente a ejercer ese sagrado derecho, sin que me preocupe demasiado al partido político que cada cual vaya a votar. Tengo muy buenos amigos con inclinaciones políticas diversas y no por ello dejamos de celebrar juntos, sobre todo en lo personal, los mejores y los peores momentos. Hablamos de política lo justo, pero, cuando lo hacemos, sin negar nuestros ideales, acabamos admitiendo que la diversidad de pensamiento es para todos sumamente enriquecedora.
Hoy, cuando nos encontremos, seguro que haremos bromas con el análisis que están haciendo los líderes de cada partido (nadie ha perdido) y solo expresaremos nuestro disgusto por el alto porcentaje de abstención que se ha producido. No se entiende que un pais como es España, tan subvencionado con fondos estructurales europeos, haya evidenciado su escaso interés por fortalecer su presencia en Bruselas.
¿Será verdad que España, con ¡treinta años de democracia! aún sigue recibiendo lo que merece?. De otra forma no lo entenderia.
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