23 ene 2011
Hasta ahora jubilarse era una suerte.
Creo haber dicho en alguna ocasión, que dar un vistazo a la prensa diaria es una de mis inevitables tendencias. Antes, mientras estuve en activo, compraba el diario por las mañanas y había día que por excesivo trabajo no tenía tiempo para hojearlo incluso había veces que ni lo desdoblaba. Lo mas que hacía era resolver el geroglífico y el crucigrama, y no siempre.
Ahora con internet es distinto; como estoy jubilado puedo leerme dos o tres periódicos diferentes y aun me sobra tiempo para ver televisión y si se tercia radio. Me gusta medio-enterarme de lo que acontece en el día a día, qué le voy a hacer...
Hoy mismo, en las páginas de política de uno de los diarios mas leídos veo que quienes gobiernan, al margen de otras medidas para intentar superar las dificultades que encuentra nuestro pais para salir de tan agobiante crisis, están estudiando la manera de ordeñar la enjuta teta de nuestras pensiónes como recurso ineludible para ayudar a salir de ella. Y otros, los que esperan el cambio, seguros de que van a gobernar muy pronto, nos intentan convencer de que los pensionistas, los trabajadores (no se si aquí entran los millones de parados y los millares de familias que no llegan a fín de mes... ) unicamente podemos evitar el infierno y nuestra ruina si les damos el voto a ellos. Que como hay dinero -dicen- éstos lo van a administrar mucho mejor y habrá para todos. Vamos, lo mismo que acostumbran a decir siempre que se acerca el fin de una u otra legislatura.
Como detalle, para no caer en el absoluto pesimismo, me he permitido extraer unas frases -nada nuevo- consoladoras.
Una señora que manda mucho y quisiera mandar más dice: "No me parece bien que los mismos parlamentarios que aprueban la congelación de las pensiones se blinden para ellos la pensión máxima" (Esperanza Aguirre).
- ¡Muy bién! A mí también me parece mal.
Otra lideresa: "El objetivo será equiparar las pensiones de diputados y senadores a las del resto de cuidadanos" (Soraya S. de Santamaria)
- ¡Qué graciosa! -dirán algunos de sus compañeros de escaño-.
La recién llegada: "Los ciudadanos nunca van a olvidar que quién congeló las pensiones fué Zapatero. Unos (ellos) creen en los pensionistas penalizándolos y otros (nosotros) premiándolos". (Alicia S. Camacho)
- Claro, en caso que los ciudadanos se olvidaran, ella o alguno de los suyos ya se encargará de recordarlo. ¡Faltaria más!
Ah, el referido periódico también trae esta ... promesa?: "Prometo cuidar el dinero del contribuyente, al que le cuesta mucho pagarlo, por que le cuesta mucho ganarlo. Vamos a dar ejemplo yá".
(Mariano Rajoy) el jefe.
- A mí, las promesas de los políticos me resbalan casi todas, "alomojóoo" esta no... quién sabe. Lo que me temo es que a los jubilados, por ser viejos, no se nos debe hacer mucho caso, o sí?.
Condiós y hasta otra.
Ahora con internet es distinto; como estoy jubilado puedo leerme dos o tres periódicos diferentes y aun me sobra tiempo para ver televisión y si se tercia radio. Me gusta medio-enterarme de lo que acontece en el día a día, qué le voy a hacer...
Hoy mismo, en las páginas de política de uno de los diarios mas leídos veo que quienes gobiernan, al margen de otras medidas para intentar superar las dificultades que encuentra nuestro pais para salir de tan agobiante crisis, están estudiando la manera de ordeñar la enjuta teta de nuestras pensiónes como recurso ineludible para ayudar a salir de ella. Y otros, los que esperan el cambio, seguros de que van a gobernar muy pronto, nos intentan convencer de que los pensionistas, los trabajadores (no se si aquí entran los millones de parados y los millares de familias que no llegan a fín de mes... ) unicamente podemos evitar el infierno y nuestra ruina si les damos el voto a ellos. Que como hay dinero -dicen- éstos lo van a administrar mucho mejor y habrá para todos. Vamos, lo mismo que acostumbran a decir siempre que se acerca el fin de una u otra legislatura.
Como detalle, para no caer en el absoluto pesimismo, me he permitido extraer unas frases -nada nuevo- consoladoras.
Una señora que manda mucho y quisiera mandar más dice: "No me parece bien que los mismos parlamentarios que aprueban la congelación de las pensiones se blinden para ellos la pensión máxima" (Esperanza Aguirre).
- ¡Muy bién! A mí también me parece mal.
Otra lideresa: "El objetivo será equiparar las pensiones de diputados y senadores a las del resto de cuidadanos" (Soraya S. de Santamaria)
- ¡Qué graciosa! -dirán algunos de sus compañeros de escaño-.
La recién llegada: "Los ciudadanos nunca van a olvidar que quién congeló las pensiones fué Zapatero. Unos (ellos) creen en los pensionistas penalizándolos y otros (nosotros) premiándolos". (Alicia S. Camacho)
- Claro, en caso que los ciudadanos se olvidaran, ella o alguno de los suyos ya se encargará de recordarlo. ¡Faltaria más!
Ah, el referido periódico también trae esta ... promesa?: "Prometo cuidar el dinero del contribuyente, al que le cuesta mucho pagarlo, por que le cuesta mucho ganarlo. Vamos a dar ejemplo yá".
(Mariano Rajoy) el jefe.
- A mí, las promesas de los políticos me resbalan casi todas, "alomojóoo" esta no... quién sabe. Lo que me temo es que a los jubilados, por ser viejos, no se nos debe hacer mucho caso, o sí?.
Condiós y hasta otra.
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