Hoy no es un Día cualquiera, no. Si valoramos con realísmo todo lo que somos, sin ninguna duda, se lo debemos a Ella, a nuestra Madre. De ahí que la importancia que se le de a éste Día, siempre será poca.
Todos somos hijos de nuestra Madre y nuestras hijas Madres de sus hijos y así generación tras generación.
Nosotros, hoy, celebraremos ¡felizmente! el Día de mi esposa junto a nuestra hija que a la vez es, también, Madre. Lo cual nos hará recapacitar sobre lo mucho que nos falta cuando solo existe para recordarla.